Si se tuviera la seguridad, derramaría en mi nación el elixir de la participación, con sus colores bellos, chillante con él dogma, sus espinas y punzantes corruptelas, así como su olor nauseabundo del clientelismo, aun así, sabría qué dirían, que jamás mi pueblo abriría paso a la luz de la política...

Asimismo, se fermenta en el dormitar el desistir del pueblo a luchar, se prefiere estar en la hamaca en el sueño de nada importar, como hacer de mi amada patria, frágil, bella... Un emporio sin temer al estruendo, la época, a las versátiles ideologías sin fundamento, sin nacer, sin idea. células dominantes vacías de pensantes llenas de vasallos ignorantes y hambrientos de las migajas del poder, mientras muchos cerebros martillan con su seudo intelectualidad, levantando el fuego, la colera y contribuyendo a lo estúpido, a la lucha por el poder de unos pocos, derecha o izquierda para mi patria la misma mierda. porque sé que la política, ella no existe, y que solo andamos por las calles, prendiéndola mientras unos pocos, reparten las ruinas... si tuviera la seguridad de un cambio derramaría mi sangre, mi vida… pero para que cuando vivimos en una jauría donde un tamal basta. Y hasta aquí llegan los colores y la lucha por mi patria. 

      

 

 Brayham Peña Corredor.