Amigos y Amigas:

Me dirijo a ustedes como administrador público, tratando de interpretar el querer y la voluntad de la juventud que encubre su ardoroso corazón, golpeado por tanto olvido, bajo una reflexión, “Son los mismos Jóvenes quienes han permitido tal olvido del estado”, por eso desde este espacio he querido mostrar que la juventud es una fuerza viva, un león dormido que se debe despertar por el bien de lo público en Colombia.

Esta en manos de la juventud de academia comprender de lo que es capaz la disciplina, debe contrariar las leyes de la psicología para rescatar la agitación del silencio, y hacer comprender a los jovenes que cuando  logremos esto, muy fácilmente se podrá hacer reaccionar el estímulo de la legítima defensa de los derechos de la juventud Colombiana.

Pero esto se debe alcanzar con impavidez, calma, con emoción de joven, debemos priorizar nuestra necesidades, que tal vez son las mismas de la población general, ¡Todo depende de los jóvenes mismos! Quienes debemos anegar en el territorio de buenas practicas y principios.